"Nos debíamos un Bandoneon!" ese sonido a fueye que desintegra las emociones cuando expira y nos devuelve la vida cuando se contrae. El mismo que puede ser un latigo furtivo o una pluma que te recorre los poros de forma envolvente. El viernes próximo pasado algo de todo eso dijo "TANGO" ,valía 4 y éramos mano. 
Ahhhh el ancho de espadas es el Maestro PEDRO MARTOS. Segundos antes que lo presentaramos, con la enorme humildad que lo caracteriza y lo hace mas grande nos dice "muchachos, no me presenten...o digan que soy bandoneonista nada mas y largo con "PA QUE BAILEN LOS MUCHACHOS " de Troilo. Pero la popular que sabe de estas cosas lo recibió con la ovación vindicatoria excluyente : "Oleeeeeeeeee ole oleeeeeeeeeeeeeeee Pedroooooooooooo Pedrooo!" ¿y los codigos? y ¿la postura, la cordura, la pulcritud con que a veces se hace creer que es el TANGO? En fin... ¿Será que estamos empezando a vivir el tango como siempre tuvimos ganas?

Y como si la cena fuera poco, vino el postre! Mariela y su mochila de tangos que duelen, esos que llegan al fondo, porque lo dice el corazón, lo dice el rostro...lo dice la vida.

jejeje y qué podemos decir ésta última foto? Si esto no es el Tango? El tango dónde está???


Es cierto, que mientras no cesaba el latido de las gotas de lluvia sobre el tinglado (tejado suena mas poetico) vinieron ELLOS. Con sus puños apretados llenos de emoción.








