viernes, agosto 11, 2006

de violines, chamuios y tango


La herida de un viernes 4 de agosto comenzaba a frecuentar la noche,
cuando un grito delicado se hizo violìn latiente en los brazos de Patricio.
"Tocate unos tangos"
y la comisura de las notas frotaron en un aire extraño que se adueñó de seres infieles y almas en pena.
La capella se hizo silencio y ese vibrar atorrante predijo el presente,
lacerante, como el fuego...
y era un violín a secas, qué podíamos esperar?, sino
espejos, locura y rafagas de amor eterno.


Después llegaron las postales que mas vale mirar que recordar, haber si no nos hacemos cargo...

1 comentario:

Marce dijo...

Vine a agradecer tu visita, cruzaste la cordillera y te encontraste con una (de l@s much@s) chilena que se deleita y apasiona con este baile, tu baile, que da vueltas por el mundo.
Sentí que le debía un posteo al tango, pero veo que acá se le mantiene vivo todos los días.
Yo lo recuerdo cada vez que puedo.
Saludos para ti.